| Descripción |
"Box" es una clásica garita de conserje del Ensanche barcelonés, de la que su ocupante parece haber desaparecido. La puerta es practicable y en su interior vemos una vieja silla, una bata azul colgada de un perchero, un periódico, un vaso de agua y un flexo encendido, que es la única fuente de iluminación de una obra de apariencia algo siniestra. La inquietud que produce está fundamentalmente provocada por una vibración que la agita levemente y por la sensación de que el habitáculo ha llegado al espacio expositivo teletrasportado desde otro lugar y otro tiempo. La obra se presentó en 2004 en la Galería dels Àngels de Barcelona, en el contexto de una exposición titulada "Les fleurs du petit mal" y se expuso al año siguiente en la Galería Fúcares de Madrid. El petit mal es el nombre vulgar que se da a las crisis de ausencia provocadas por la picnolepsia, una forma de epilepsia que suele darse en niños. El artista padece esas ausencias y "Box", junto a otras obras objetuales presentadas junto a ésta, pretendía reflejar la pérdida de control que supone la enfermedad, así como restablecer un orden. Otro orden.
Pitarch trabaja a menudo a partir de la apropiación de objetos cotidianos, domésticos, que modifica trastocando sus funciones y sus significados. En el caso de la garita, la simple operación de desplazamiento, de traslación absurda, efectúa ya una reinterpretación del objeto. Pero no se trata de una construcción original de la que se haya apropiado, sino que el artista la mandó construir a imitación de las que existen en algunos inmuebles antiguos. Oculto en el interior, un equipo de sonido reproduce un zumbido intermitente que se asemeja a una respiración, y su amplificación hace que los cristales de la garita vibren. El artista dijo sobre ella que "es algo así como una cavidad uterina: todos la hemos habitado y ninguno conserva recuerdos de su estancia. Sin embrago creemos conservar sensaciones al respecto". Se produce, así, una antropomorfización del objeto, que es "animado" por esa respiración; lo que era absolutamente prosaico se convierte en algo irreal. Por otra parte, al tratarse de un dispositivo para la "vigilancia" el hecho de que esté vacío podría aludir a la ausencia cognitiva por la que se manifiesta el petit mal. En "Estética de la desaparición" (1980), Paul Virilio habla sobre la frecuencia con la que todos sufrimos ausencias, pero precisa que el picnoléptico "tenderá a creer (...) que nada existe y que aun si algo existiese no podría ser representado, e incluso si pudiera serlo, en modo alguno podría ser comunicado o explicado a los demás". "Box" constituye un acertado intento de representación de la ausencia. De un estado intermedio entre la aparición y la desaparición.
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